Sobre los que no comieron perdices
Hace 20 años que escribo, pero nunca estaba conforme, hasta que en algún momento me sentí cómoda con lo que hacía, descubrí una aspiración de belleza. El año pasado (2021) comencé a corregir para publicar el libro.
A la editorial llegué porque me la recomendó una compañera, y ahí me embalé, quise rodearme de otros poetas, y fui a un taller.
Leo pero no tanta poesía, me gusta mucho la historia y siempre algo surge de leer historia. Comencé con dos talleres, ya comenzaron mis peleas con la inspiración, la falta de tiempo por mi profesión es algo que debía sortear.
Como historiadora ya había publicado libros académicos. Me especializo en genocidio, dictaduras, violencia de estado. Soy profesora en el CBC de la universidad, doy la materia “Sociedad y estado”. También en filosofía y letras profesora de historia contemporánea. Y ahora en un profesorado doy la materia “Historia reciente”, aquí trabajo temas de mi especialidad. Y decidí editar un libro de poesía. Alguna vez participé de un certamen, pero este era el primer libro de poesía que salí a mostrar.
Un poeta que me gusta es José Martí, también me gusta la poesía de Borges. En la memoria tengo muchos poetas que aprendí en la escuela pública, Leopoldo Lugones, Gabriela Mistral, Arturo Capdevila.
Este libro “Sobre los que no comieron perdices”, lo vengo escribiendo en tiempos libres que son pocos. Algunos fueron sugeridos por la historia, que como historiadora reviso siempre. Pero la mayoría son poemas de amor, poemas románticos. Por eso el título del libro, final de cuentos infantiles tradicional visto al revés.
Tengo mucha autocrítica, pero fui simplificando mi poesía, lo nuevo es más breve y más terminado. La naturaleza, la ecología me inspira, ahora en los nuevos poemas estoy trabajando más en la naturaleza.
El armado del libro todo partió del primer poema que elegí “Contra Heráclito” y luego fue una selección que tomaba el amor, los recuerdos, el olvido. El poema “Océano” recrea el recuerdo de mi abuela cuando vino de Italia dejando amores.
Con lo académico me acostumbré a la crítica, pero con la poesía me sentí mucho más libre, la crítica la esperé tranquila. No tuve temor. Me gustó mostrar lo hecho. Fui capaz de crear esta poesía y mostrarla, estoy orgullosa y contenta.
La tapa del libro y los dibujos que acompañan los poemas son diseño de mi hija Eleonora Cicerchia.
He recibido pocas pero buenas críticas, aun tengo que difundir más el libro. Como mis alumnos no pasan los 20 años estoy acostumbrada a dirigirme a ese grupo etario, creo que mi poesía también va dirigida a ellos.
Océano
Testigo silenciosode aquel viaje.
Del desgarro.
Arrancamiento de la tierra,
en cuyas entrañas
yacen nuestros muertos.
La temprana añoranza del paese
y de todas las leyendas
creadas y creídas por
los antepasados.
La inminente nostalgia del paisaje.
La sangre y el suelo.
Océano que presenciaste
la clausurade antiguos imaginarios.
y la construcción dificultosa
de otros nuevos.
América que prometía cierta abundancia
y la redención de la ancestral pobreza.
Atlántico que viste cruzar el barco.
poblado de dialectos y tristeza.
Los relatos narrados
en la lengua materna.
Las anécdotas, rumores y clamores
que pronto quedaron viejos.
El muelle, el embarque,
La última imagen del rostro amado
yla inmediata percepción de lejanía.
Los ojos empañados.
Las frases no acabadas
El pecho apretado presintiendo
el,casisiempre, hasta nunca.
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