En un tiempo Buenos Aires hablaba,
tiempo de tango, patio y vereda,
de taco y suela, baldosas grandes.
Era un tiempo, que nos escuchaban.
Voz de Buenos Aires, dulce y ronca.
Calle abajo corre
río de adoquines aplastados por faroles.
Era el tiempo que nos escuchaban.
GUI
AÑORO
Añoro el patio con malvones rojos
en vasos de patas altas, de rayas rojas y blancas.
Patio de cuatro baldosas azules y sus pares amarillas
cuadrícula base donde duerme la mesa negra,
con firuletes metálicos.
Añoro el parral y en noviembre racimos luminosos
Enfriar las uvas en la pileta del lavadero
con aguas frías.
El nono paseando el bastón y su mirada lejos,
la nona, su bata, un balde y la tijera
recortando en el fondo flores, que se juntan en el balde
alistándose felices para el florero de la mesa grande.
Añoro la mesa de la cocina, con harina soplada
el hule amarillo, en la banqueta,
un vaso de agua, un beso, el rallador de queso
girar su manija, y hacer de ratoncito ladrón.
La caja de pesca, cientos de sueños brillan
y la pregunta de siempre, abuelo
¿por qué los peces se enganchan al anzuelo?
Añoro siglos pasados, en los cuentos del abuelo
en sus recuerdos, del circo, de Moreira,
del cinematógrafo en la plaza, o la semana trágica,
de Garibaldi, las ovejas, Roma sitiada, el exilio,
de tallar madera para moldear yeso
para hacer linda a Buenos Aires.
Añoro la vida de antaño, no la extraño, festejo,
agradezco todo lo que pude tocar, oler, mirar
y lo que imaginé, que supera al resto.
GUI
Fantasmas de Buenos Aires
Buenos Aires en cien metros
la vereda, la esquina,
el buzón, los balcones,
la rama se estira
casi toca al colectivo.
Caminar Buenos Aires
sus baldosas flojas,
esperando encontrar, seguro,
los fantasmas que se asoman
por la ventana del bar
trayendo a la vereda aromas de café.
GUI
Saldré a caminar por la tarde
la calle impone aroma de Jazmines
En bajada esquivando casas
para llegar a acariciar la costa
la calle se despereza como jugando
se estira, y parece llegar más lejos
a sus costados como en formación
varias casas y aleros, una bicicleta
y un charco que se escurre por la redondez
hacia abajo, buscando llegar al río
Y al fondo si paro en el buzón
al frente justo, arriba, tu falda
durmiendo en el balcón, sonríes
huelen a jazmines mis recuerdos
porque en ellos entró tu risa
en los jazmines
en mis recuerdos
Gui
0 comentarios