Don Vilanova – Botafogo

Diciembre 2011- Don Vilanova, Botafogo, un grande del Blues nos esperaba en su casa, en Capital Federal, cerca de Chacarita, un barrio arbolado con rincones llenos de recuerdos. Ocho de la noche, hace mucho calor, pienso en que le preguntaría a un músico que ha tocado con Pappo, que toco en España, Japón, en los Estados Unidos y en cada lugar que pasó dejó su huella.

“Alguna vez fui Pappo”

Un músico que es considerado Maestro por sus pares y por el público. Fue tanto su aporte al Blues en la región que difícilmente podríamos hablar de Blues sin nombrarlo. Desde la muerte de Pappo decidió dejar de ser Botafogo, y ahora es “Don Vilanova”, un grande con nosotros.

            Me dice “Me vas a matar, pero tengo que ir al centro a una clínica de guitarra” , primero pensé, ¡uh! no hago la nota, pero el agregó  “¿traes grabador?, vamos en un taxi y grabamos la nota”. Bien la nota se hizo en mi auto camino al centro, yo manejando en un transito terrible y él sosteniendo el grabador comenzó a contarnos.   

Anécdota

La anécdota, en palabras mayores es que yo a los 17 años comencé a tocar con Pappo, me invita a tocar con él teniendo yo solo 17 años, hacia 5 años que yo Había descubierto a Pappo y aprendido a tocar al lado del Wincofon, el viejo tocadiscos que se le podía bajar la velocidad y entonces uno podía robar las ideas más fácilmente. Cinco años después de eso estaba tocando con mi ídolo máximo, esa es la anécdota de las anécdotas. Son cosas que no pasan tan seguido, tener un ídolo y que él te invite a tocar en su grupo, hacerte amigo, compartir la vida. Luego cada salida con Pappo era una seguidilla de anécdotas, porque era un tipo muy divertido, era un tipo impredecible.

            Y luego eso se repite, pocos años después, en el 78 yo me voy a vivir a España, a Madrid, y él se va a Inglaterra, parece que estaba en alguna lista negra y en Londres no lo dejan bajar, tiene que volverse al aeropuerto último que había pasado, y vuelve a Madrid. Nos encontramos gracias a Moris, yo llamaba seguido a Moris por teléfono, porque ante la soledad de Madrid charlar con él me reconfortaba era como una cosa paternal que me hacia bien. Una de esas tantas  noches que  lo llamo y me dice aquí esta un amigo tuyo, se pone al teléfono Pappo, me cuenta que lo echaron de Inglaterra, arreglamos para encontrarnos, paseamos toda la noche por Madrid caminando y entonces en un momento dado me dice, “tengo una idea ¿Por qué no hacemos Pappos Blues aquí en Madrid”. Uf , le digo, fantástico. De ahí nos fuimos a Atocha a sacar los pasajes, yo hacia Londres, él hacia Amsterdan. Pero en el mismo tren viajamos juntos hasta Paris, ahí hicimos transbordo. Y me dio la misión de comprar instrumentos, me dio todo su dinero (4000 o 5000 libras) y me dijo “Toma llévate la plata y compra todos los instrumentos que puedas, gasta todo en instrumentos, yo quiero una Gibson les Paul. Y un Marshall , y compra un bajo, batería, equipos, compra todo”

            Entonces me fui a Londres, a casa de un baterista amigo de él, el muchacho me recibió muy bien.  Cumplí la misión compre los instrumentos,  y le rescate la novia, porque ella había bajado en Londres, había podido entrar, un poco con la idea de ver si podía hacer algo para que Pappo entrara, pero era imposible. Nos volvimos, con la novia, un baterista Argentino, no el que me alojó, y los instrumentos.

            Llegamos a Calé, y (se ríe) cuando va llegando el Ferry se veía toda la gente que estaba esperando y en el medio de la gente se había hecho un circulo, un vacío y ahí estaba Pappo acostado en el piso  con los brazos abiertos, las piernas abiertas como un Cristo, nosotros decíamos mira hay un tipo tirado, era Pappo haciendo sus locuras.

            El dijo que iba a comprar una camioneta, y se apareció con un VW medio chico en el  que no se como pero metimos los instrumentos y con él éramos 4 pasajeros,  de ahí recorrimos toda Francia hasta España para llegar a Madrid. Yo fui el encargado de mapas, estábamos yendo por una autopista y ví que a 40 km había un camino alternativo una ruta chiquita y le propuse a Pappo si no era mejor ir por ahí ya que recorríamos Francia en vez de ir por la autopista vamos por una interna, capaz que está buena, “No , estas loco” , Dale probemos, a vos te gusta el campo no te gustaría ir recorriendo “Bueno vamos a probar”. Entonces fuimos y el viaje fue maravilloso, cruzamos Francia por el medio de los pueblos, la ruta, los valles. Fue hermoso, dormimos la siesta en un cementerio antiquísimo, porque hacia un calor insoportable  vimos una arboleda hermosa y dije Vayamos  la arboleda esa y esperemos que baje el sol por favor, y cuando llegamos a la arboleda era un cementerio, y dormimos la siesta sobre las tumbas, y a la sombra de unos árboles frondosos muy lindos.

            Llegamos a Madrid y armamos Pappos Blues y nos fue bárbaro. Tocamos en los mejores lugares, la verdad que nos fue fantástico.  Y después de un par de meses que estábamos tocando,  y nos veníamos ubicando bien, un día preguntamos ¿Pappo? No se ¿no lo viste? Llamamos a la novia ¿Cachorra no lo viste a  Pappo? , no está. No está, no está, un día no, otro día no aparece. Se había ido a Barcelona con los Hells Angels de Barcelona, pero lo peor , el chiste era que teníamos contratos que cumplir. Hablamos con el mánager y le dijimos “Mirá, Pappo no está, se fue” , el tipo se puso furioso , nos quería matar, nos dice “Ustedes van tocar porque los mato, no se tío ustedes solucionen el problema y tocan”, había como 4 contratos por cumplir, ”si me echan los contratos para atrás los mato tio”. Buscamos un amigo Gustavo Gregorio, un gran músico, un bajista que vive en Madrid y ahí rearmamos el grupo, pero yo tenia que hacer de Pappo. Arreglamos que cuando mandaran  afiches a los lugares que sean sin fotos, yo no aparecía antes en los teatros ni a las pruebas de sonido, y a la hora de tocar me ponían las luces de atrás. Gracias a dios no había ningún argentino en los pueblos donde tocamos.  Así que terminamos de tocar, no sufrimos ningún daño colateral, Y, bueno,   alguna vez fui Pappo.

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“Don Vilanova y sus Secuaces”

Hace unos días que mi último disco esta en la calle. “Don Vilanova y sus Secuaces”, es un disco original, Yo les di un tema mío a cada banda y solita como  Emmanuel Horvilleur, Celeste Carballo, La Mississippi, Blues Motel, Ciro Fogliatta  (el creador de Los Gatos), Reggae Rockers y Pier , espero no olvidarme alguno, y ellos hicieron sus interpretaciones de mis temas algunos ajustados al original otros le dieron un toque particular, por ejemplo a Reggae Rockers les di un Blues y lo convirtieron en un reggae. Y yo me inserto en cada tema como guitarrista, haciendo algún solo, o cantando alguna estrofa. En definitiva es como que yo soy casi invitado en mi propio disco. La elección no es caprichosa me une a cada uno de los invitados el haber compartido la ruta, algunos fueron mis alumnos. Con Siro vivimos juntos en España, tuvimos un grupo “Hot Dogs”.  Al disco lo presente a fines de Noviembre en “La Trastienda” .

            Yo sigo tocando y estudiando. Acabo de tocar en Chile, con una banda  chilena que los conozco desde chicos (La rata Blusera),  fuimos teloneros de Eric Clapton. En Chile me quieren mucho y me gusta ir, han hecho un doble compilado mío cuando se cumplieron 30 años de mi carrera.

            Hago clínicas, como ahora que nos estamos dirigiendo al sindicato de músicos , esto es un apoyo que le doy al encargado de las guitarras de Fender en retribución al apoyo que ellos me dan. Y suelo hacerlo por todo el país, tengo ya siete libros editados, soy un creyente de que los veteranos tienen que pasar su experiencia para las nuevas camadas avancen mas rápido.

            Me gusta mucho enseñar, pero también estoy estudiando yo, ahora estoy estudiando con un gran guitarrista argentino Pino Marrone, si recuerdan del grupo Crucis de los 70’, que se ha convertido en un maestro de una sabiduría inconmensurable, me gusta mucho la investigación y tengo la esperanza de no morir sin haber tocado un poquito de Jazz, es como lo que continua el camino del Blues y estoy investigando, entrando de a poco en ese mundo.

Sindicato de músicos y la ley de músicos

            Hay una ley de los años 50 que nunca fue reglamentada, el trabajo del músico siempre se fue autorregulando, los tangueros, los de orquestas sinfónicas o en otro momento los folkloristas logran que se les respete algún derecho, pero siempre parcializado por grupo y momento.  El él 2005 se intenta regular, el Sindicato Argentino de músicos logra que se reglamenten 3 artículos de aquella ley. El primero que se den matriculas, porque ante el fenómeno de la bailanta hay cientos de músicos que no son músicos, que hacen que tocan, y cobran como músicos. La mesa examinadora daría matriculas a músicos y eso pone en categoría de trabajador reconocido al músico. No era necesario examinar a los músicos consagrados o con títulos.

            Otro articulo obligaba a que los empresarios tengan que hacer un contrato con el músico, se habla de obra social, el pago, formato y monto.

            Algunos músicos reaccionaron ante la idea de mesa examinadora, se apresuraron y no entendieron las ventajas. Litto Nebbia y otros músicos se opusieron, y lograron derogarla en forma no muy democrática. Hay más de 30.000 músicos, y ese número es mayor porque ahí trabajan sonidistas, teatros, luthiers, casas e música, manager, grabadoras, hay un mundo atrás de los músicos.

            Con la matricula otorgada hasta  se ha facilitado la visa para trabajar en otros países.

            Es muy feo que no estemos reconocidos como trabajadores ante la sociedad. Y en conjunto lograr mejoras.

            Hay una mala costumbre en nuestro país donde los músicos pagan por tocar, y es una locura que el músico tenga que pagar para tocar.

            Aparte pasaron hechos gravísimos, Cromañon (un lugar de recitales que se incendio y murieron más de 200 pibes), en los que no esta clara la figura de del músico y el empresario. O el caso de músicos que por tener registrado a su nombre el nombre de la banda pasan a ser responsables legales de accidentes que suceden en sus recitales. Necesitamos tener claro los derechos y obligaciones.

El verano

            Acostumbro salir a la costa de Bonaerense , ahí siempre tengo mis lugarcitos para tocar, por  Villa Gesell, San Bernardo, Pinamar, Mar del Plata. Hay veranos que hay mucho trabajo, otros más ralos. Antes cortaba las actividades para estar con mis hijos, pero ahora los chicos están  más grandes y salgo así combinando vacaciones con trabajo. También aprovecho a estudiar y componer, bajo un pino tomando mate.

Llegamos al sindicato del músico, por suerte el transito nos retrazó lo suficiente para que esta charla sea extensa. Don Vilanova, un grande que nos dedicó este rato  para la “Revista de Los Jaivas”.

Guillermo Daniel Contreras www.laveredadelsol.com.ar

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