“Ocaso de lágrimas”
La tarde acompasa su agonía de otoño
y
una lluvia de ocres ensueños
despierta sortilegios,
mientras respiro un huracán de
primaveras
despertando arreboles de coral
en
el perímetro de este holocausto.
Una mariposa de pretérito embrujo
hilvana,
indolente, prefijos de aurora
sobre la almohada infinita
de mis letargos,
acunando luciérnagas
en
el crepúsculo de tu mirada.
Y un silencio de sombras y auroras
seduce
mis espejos clandestinos
allí, donde duermen estrellas fugaces,
en este ocaso de lágrimas…
y en el calendario de brújulas y
naufragios
nacen
soles que inundarán mil pájaros de soledad.
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