Yo, Jesús de Nazareth,
confieso un dolor que me doblega:
-sé mi destino.
La hormiga pierde su sendero
las aves se extravían en el mar
los pescadores se van y no regresan,
les queda la esperanza:
luciérnaga secreta que ilumina
Yo, Jesús de Nazareth, sé mi destino
estoy parado sobre mi propia huella
no
la de ayer, sino la de mañana.