Sin
espacio para vacilaciones, dudas ni cuestiones, hoy es el "día del
amig@". El comercio espantado por la gripe espera un alza en el consumo y
la gente siendo lunes desearía irse de carrete (como dirían nuestros vecinos
trasandinos). Pero decididamente no se puede. No se puede salir a carretear,
difícilmente los comerciantes satisfagan sus deseos y es imposible no
plantear dudas en referencia a esta fecha.
Sin
dejar de cuestionar el tan recurrente "día de..." que no puede abandonar el
hombre moderno, ya que sino correría peligro de olvidar hasta a sus amigos
entregándolos a la memoria propia; creo aún más relevante la razón por la
cual le dedicamos a nuestros amig@s un día, nada más y nada menos que el 20
de Julio. Hoy no solo se festeja el del amig@, sino también los 40
años de la llegada de un hombre a la luna (o para los poco
creyentes: el alcance de una gran producción de estudio capaz de engañar al
mundo); por lo que creo si el origen del primero está relacionado a
la acción del segundo, cumpliéndose hoy dicho aniversario debieran
festejar el "día de los mejores amig@s", por no decir de los súper amig@s por
su acento infantil.
Más
allá del carácter especial que diera este año, sorprende que se
festeje porque un hombre, Enrique Ernesto Febbraro, profesor
multidisciplinario argentino, haya considerado "que por una vez en la vida
todo el mundo estaba unido"; mis dudas refieren al entorno de este señor, a su
mundo, el cual se vió unido ante un acto producto de los sentimientos
más distantes de la bondad, la amistad y la simple humanidad. ¿Qué fue
lo que hizo que este hombre elija esa fecha para recordar la amistad? El
alunizaje es la concreción, realidad o ficción, de uno de los deseos
más ambiciosos de la guerra fría, la prueba de que en la carrera
por el espacio hubo un "ganador". Es, con pedido de disculpas a
quien pueda ofenderse, producto de un camino tan estúpido que nos diera
historias como esta, o aquella de la creación de la lapicera del
espacio. El alunizaje cerró una batalla, para iniciar otras; ¿Porqué
este hombre encontró en esa noche un sentimiento de unidad mundial? No lo
sé. Y como si eso fuera poco, pecó de ingenuo al creer que esta fecha
no sería de carácter lucrativo, como muchas otras; hoy todos podemos decirle a
E. E. Febbraro: le pifiaste.
Y
para cerrar este correo sobre dudas, amigos y lunas, declaro mi
profundo apoyo a la propuesta realizada en 2007 de traslado del
día en cuestión al 19 de Julio, para inmortalizar al prócer de la
historieta argentina: El negro, Fontanarrosa. Porque si lo que se quiere es que
se festeje algo por alguna razón: que por lo menos tenga sentido.
Para
no ser menos, cerrando estos párrafos, no les deseo un feliz día, sino que les
agradezco (porque hay que tener ganas para leer
esto).
200709
--
CANELA